PARROQUIA DE NTRA. SRA. DE FÁTIMA
OURENSE 1961-62
El Santuario de Ntra. Sra. de Fátima empezó su construcción en 1948 según proyecto del arquitecto Manuel Conde Fidalgo.
Aunque en ese año tuvo lugar la colocación de la primera piedra y posteriormente en 1954 se efectuó una ampliación, no fue hasta 1962 que tuvo lugar su consagración y posterior inauguración.
Como ya hemos visto en otras muchas construcciones religiosas de la época fue gracias a donaciones de particulares y cuestaciones populares que se pudieron llevar a cabo las obras y eso hizo que se alargara en el tiempo.
Aun así en 1957 se pudo contar con la estructura de piedra ya terminada y se declaró el templo Santuario Diocesano Votivo de Nuestra Sra. de Fátima por el papa Juan XXIII.
Siguiendo con la cronología en 1961 se encargó al mosaísta catalán Santiago Padrós Elías la decoración del Presbiterio, elaborando cinco grandes mosaicos en los que están representadas escenas del Antiguo Testamento como los sacrificios de Caín y Abel, Isaac, Salomón y Melquisedec, unidos todos por el de la Resurrección.
Al año siguiente, en 1962 se amplían los encargos en mosaico conforme se van renovando algunos espacios del interior del templo.
La planta de la Iglesia esta formada por una única y espaciosa nave central, que esta flanqueada por tres pequeñas capillas a cada lado, que acogen los confesionarios y que se procederán a decorar con escenas evangélicas alusivas al perdón.
A la derecha aparecen María Magdalena a los pies de Jesús, la Negación de Pedro y la Oveja perdida. A la izquierda el Hijo pródigo, la Adultera y la Curación del paralitico.
A los extremos del transepto, que mide 27 m. de longitud, destacan cuatro altares de mármol blanco y rojo, con el anagrama de María. Cada altar está presidido por un mosaico romano de 2m de altura que representan a Sta. María Goretti, S. José con el Niño Jesús, el Sagrado Corazón de Jesús y por último S. Vicente de Paul, que sustituyen cuatro esculturas.
En el presbiterio también podemos apreciar otros cuatro mosaicos de 3,50m. de altura dedicados a distintos momentos de la vida de la Virgen que ostentan la Natividad, la Presentación de María en el Templo, sus Desposorios y la Dormición. Entre estas escenas el artista intercala unas cenefas alusivas a las cuatro estaciones.
Nuestro agradecimiento a D. César González, Párroco, por su acogida y la abundante documentación facilitada.